A partir de ahora lo sabrás todo sobre cómo lavar tus prendas de punto.

Hola a todos,

En este artículo te explicamos cómo lavar correctamente tus prendas de punto de lana natural. Se acabaron las lágrimas y la tristeza cuando descubras que un jersey que antes era de la talla L se ha transformado en una XS para siempre jamás? Parece una pesadilla, ¿verdad?

Lavar la lana es fácil. La lana es naturalmente resistente a las manchas, los olores y también a las arrugas, por lo que requiere menos lavados. Esto significa que cuidar la lana es fácil y respetuoso con el medio ambiente. Pero cuando llegue el momento de lavar la ropa de lana, puedes hacerlo fácilmente en la lavadora o a mano.

¿Puedo lavar lana en la lavadora?

Sí, lavar la lana es muy fácil y muchas prendas de lana se pueden lavar a máquina, lo que te deja más tiempo para hacer las cosas que más te gustan. 

Aunque algunos artículos delicados de lana deben lavarse a mano, muchas prendas como jerseys pesados, mantas e incluso abrigos de lana pueden lavarse a máquina con métodos suaves y un detergente específico. La lana, el fieltro y otros tejidos similares deben lavarse con agua a 30º y centrifugado bajo.

El agua a 30º y un centrifugado bajo ayudarán a que la lana no se encoja, deforme o deshilache durante el lavado. Es importante un centrifugado de 400 o menos. 

Primero, pon la prenda del revés. Selecciona el ciclo delicado, "lavado a mano" o lana en la lavadora, asegúrate de que la temperatura del agua es de 30º o menos y de que el centrifugado es bajo (comprueba que el programa que utilizas tiene un centrifugado mínimo). Añade la cantidad adecuada de detergente en función del tamaño de la lavadora y de la carga. Saca las prendas de la lavadora en cuanto termine el ciclo para evitar que se arruguen.

¿Puedo meter mis prendas de punto en la secadora? NUNCA.

¿Cuál es la mejor manera de secar la lana? La forma más segura -y la única- de secar la lana es al aire. Nunca, nunca metas la ropa de lana, incluidas las mezclas de lana, en la secadora. El calor (aunque sea bajo) de la secadora encogerá inmediatamente la lana. Cuando se seque, evite la luz solar directa y las fuentes de calor como los radiadores, ya que pueden amarillear, encoger o dañar.

Nunca cuelgues lana mojada, ya que el peso del tejido puede hacer que se deforme y se estire permanentemente hasta adquirir una forma no deseada.

Para eliminar las arrugas difíciles de las prendas de lana secas, recomendamos la vaporización para un acabado mejor y más seguro.

No planchar, ya que la plancha aplastaría o aplanaría la pilosidad natural de las hebras.

Ten en cuenta que alisar el tejido de lana húmedo ayudará a evitar la aparición de arrugas.

Para refrescar la lana entre lavados, basta con vaporizarla con la plancha, ayudando a "componer" la prenda con los dedos, y estará lista para otro uso.

Lava siempre los artículos de lana antes de guardarlos para la temporada de verano, ya que los insectos se sienten atraídos por los residuos de sudor y aceites corporales (consulta el artículo de nuestro blog"Cómo guardar la ropa de lana después de la temporada de frío").

Pero, ¿dónde nos deja eso? ¿Lavado a mano o a máquina?

Para nosotros, en Achega, lo mejor es lavar en casa. El lavado a mano permite controlar la temperatura del agua, la agitación y la cantidad de producto utilizado, proporcionando el proceso de limpieza más suave. Para las prendas más suaves y finas y la cachemira, recomendamos el lavado a mano. 

Coloca tu prenda de lana al natural en un tendedero o sobre una toalla limpia para que se seque. De nuevo, ¡no lo metas en la secadora! Para conseguir un acabado sin arrugas, es importante utilizar las manos para dar nueva forma a la prenda de lana y presionar suavemente para eliminar las arrugas. Con la prenda en su forma original, enróllala en la toalla (como un saco de dormir) para eliminar el exceso de agua.