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Artículo: Jacquard: la increíble historia de un invento que inspiró el primer ordenador

Jacquard: la increíble historia de un invento que inspiró el primer ordenador

Jacquard: la increíble historia de un invento que inspiró el primer ordenador

Oír la palabra jacquard puede traer a la mente una hermosa y suntuosa pieza de tela, como unas lujosas cortinas o un elegante vestido. Pero, ¿qué es exactamente el jacquard?

Un jacquard es cualquier tejido confeccionado en un telar jacquard, que entreteje el dibujo directamente en el material. Puede ser de cualquier dibujo, color o fibra, y nunca lleva estampado, bordado ni teñido.

Seda, lino, algodón y lana; cualquiera de estas materias primas puede ser jacquard, siempre que se teja mediante el proceso jacquard. Siga leyendo para descubrir más sobre la historia del tejido jacquard y cómo su desarrollo marcó el comienzo de un nuevo mundo de tejidos textiles.

Históricamente, tejer un patrón en una tela era un proceso lento, agotador y peligroso que sólo producía unos cinco centímetros de tela al día. Los maestros tejedores dirigían telares manuales y daban instrucciones a unos jóvenes ayudantes llamados dibujantes que se encaramaban a los telares y movían los hilos siguiendo un patrón específico. Los peines de tejer eran pesados, y los mozos de dibujo solían lesionarse o quedar discapacitados al levantar más de la mitad de su peso corporal sobre la maquinaria. Extraño, ¿verdad? Todo esto estaba a punto de cambiar...

En la década de 1760, Jean Charles Jacquard, un conocido y respetado maestro tejedor de Lyon (Francia), que empleaba a su hijo, Joseph Marie Jacquard, como dibujante, se dio cuenta de que el trabajo era demasiado duro y envió al joven Jacquard a aprender de encuadernadores e impresores.

Jacquard creció, se casó y tuvo varios empleos, entre ellos en el sector inmobiliario, en la fabricación de cuchillería y después se alistó en el ejército.

Tras la Revolución Francesa, empezó a desarrollar un nuevo telar y se abrió ante él todo un mundo nuevo. 

Aprovechando la tecnología existente en otros telares avanzados de la época, Jacquard desarrolló un sistema automatizado que utilizaba una secuencia de tarjetas perforadas. Las tarjetas indicaban al telar qué hilos debía levantar en determinados momentos para producir el tejido, y cada tarjeta correspondía a una línea del diseño del tejido. Las tarjetas, una especie de programa, sustituyeron al arduo y laborioso trabajo de los dibujantes. 

En 1805, Napoleón visitó Lyon, donde recibió una demostración del telar Jacquard. Inmediatamente consciente de su potencial, el Emperador concedió a Joseph Jacquard una patente en la que le invitaba a trasladarse a París para fabricar el telar en serie.

La invención del proceso jacquard fue uno de los avances más importantes en la historia del tejido. Por primera vez, los tejedores podían producir a gran escala patrones de una complejidad aparentemente ilimitada. Con la técnica del jacquard también se podían producir brocados y damascos, prendas de lana y algodón que antes requerían incontables horas de laborioso trabajo porque se tejían a mano. Con la llegada del telar jacquard, estos tejidos dejaron de estar reservados a la élite de la sociedad.

La técnica de las tarjetas perforadas de Jacquard también tuvo implicaciones fuera del mundo textil. Su diseño pionero fue una gran fuente de inspiración para Charles Babbage, que inventó el primer ordenador mecánico en la década de 1820.

En 1983 se puso en funcionamiento la primera máquina jacquard electrónica; hoy, todo el proceso está informatizado. El jacquard, símbolo de lujo y savoir faire, ha protagonizado desfiles de innumerables diseñadores y marcas de moda.

Aunque se trata de un proceso optimizado mediante el telar mecánico, su confección no es tan rápida como la de una prenda lisa. Como sigue siendo un proceso laborioso, solo lo utilizan las marcas de moda más sofisticadas, y su compleja creación y diseño se refleja en su precio, que siempre es más elevado que el de una prenda completamente lisa. 



En Achega, tenemos una larga tradición de patrones jacquard, introducidos en la década de 1980 con el uso de tarjetas perforadas, que aún hoy conservamos en la colección de nuestra fábrica. Descubra algunos de nuestros jacquards, una tradición que hemos seguido conservando desde que introdujimos este proceso en nuestra marca.

Contamos con años de experiencia en el desarrollo de nuestras normas, pero nunca nada ha sido tan difícil. Siempre llega ese momento que requiere nuestra máxima atención en el que decimos: ¿Vamos a crear un jacquard? 

¡Siga el enlace para ver nuestra colección de jacquard en línea aquí!

Si tiene alguna duda o pregunta, sepa que siempre puede contar con nuestro equipo de atención al cliente para ayudarle con esta o cualquier otra cuestión:

+351 917 552 202 | Chat en línea | [email protected] |Instagram|Facebook

Estamos disponibles de lunes a viernes de 09:00 a 17:00 GMT

¡Felices compras!

Filipa Achega

 

Foto: Retrato de Joseph Jacquard, tejido en seda en un telar Jacquard, Lyon, 1839

 

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